El día del erizo


Emili se levanta antes y va a dar un paseo. Regresa al hotel y le dice a Kati y a Serge que ha encontrado un lugar donde desayunar justo enfrente del Mercury's. 
Comemos, no muy bien, la verdad y el dueño nos comenta que si queremos ir a las islas Chumbe y Prison Island a bucear. Nos presenta a Youssuf y quedamos a las 12:00 para ir. Le damos un adelanto.
Volvemos al hotel y hacemos tiempo callejeando y fotografiando rincones metiéndonos en el Fuerte árabe donde amablemente nos dan información de la isla.
Seguimos callejeando en dirección al hotel y compramos unos imanes de masais. 
Cogemos nuestras gafas de buceo, compramos algo de comida y pateamos hasta el bar donde desayunamos. Esperamos un poquito hasta que llegue el barco. Kati compra una samosa y papas fritas. 
Por fin llega y nos vamos los tres ilusionados hacia lo que creemos que es Chumbe. El trayecto dura unos 35 minutos. El capitán echa el ancla. Nos explica que no se puede ir a la isla.
Kati se va a poner las gafas de buceo que trajo de Lanzarote y se queda "katidifusa" al ver que se empiezan a desmontar. Emili y Serge se lamentan. El capitán las intenta arreglar pero cuando se tira Kati al mar y comienza a mirar el fondo, se da cuenta de que uno de los cristales se despide de las gafas. Mal asunto, entra mucha agua...jaja...
Tanto Emili como Serge le prestan un ratito sus gafas y le cuentan lo que se puede ver. Menos mal que el agua no está muy fría.
Serge y Kati se ponen algo nerviosos porque Emili lleva desaparecido desde hace más de 30 minutos, o, por lo menos, esa es nuestra sensación.
Lo ve Serge y Emili, tan tranquilo y emocionado, nos cuenta lo que ha fotografiado, se lleva la estrella, una estrella, valga la redundancia, de color rojo y azul.
El capitán lleva sumido en un plácido sueño desde que llegamos. Después de una hora y media de buceo, Emili sube al barco, le pregunta la hora al capitán y Kati aprovecha también para subir.
La escalera del bote es algo incómoda para subir y la marea baja tampoco ayuda mucho. 
Serge se acerca al barco para subir, pero después de conseguir poner un pie en el primer escalón que se encontraba por encima del nivel del agua - uno se pregunta para qué sirven este tipo de escaleras a las que hay que subir cuando el escalón más bajo lo tienes a nivel de los ojos - pero resbala, se cae y su pie derecho atropella un pobre erizo que se encuentra justo debajo. Consigue, gritando y con la ayuda de Emili, subir al barco. Ya se ha jodido el día. 
Nos lleva el capitán a Prison Island después de arrancarle la goma del pelo a Kati de su brazo sin decirle nada y ponérsela a Serge en el tobillo del pie malito.
Empezamos a escuchar la palabra papaya. 
Llegamos a la isla, famosa por sus tortugas gigantes a las que Serge les quita todo el protagonismo puesto que todos están pendientes de él, tanto autóctonos como foráneos. Se retuerce de dolor en la orilla. El capitán ha desaparecido buscando papaya. No entendemos nada.
Llega con otra persona y le limpian la planta de pie con vinagre transparente.
Entendemos que hay que buscar leche de papaya verde para untarle el pie y que eso hará que las púas del atropellado erizo salgan.
Al rato, el capitán nos lleva en un trayecto en el que nos mojamos todos, al punto de inicio, la playa de Stone Town.
Allí Youssuf nos espera con dos mini papayas verdes y le echa la leche al pie maltrecho de Serge.
Como no puede caminar, Emili y Kati le sirven de muletas.
Se siente mucho mejor y puede llegar andando al Ikala Hotel, nuestro hogar.
Tras una necesaria ducha y contactar con nuestra antigua alumna Sofía a la que ponemos al día de los problemas de Serge, nos vamos a cenar al Mercury's. Durante la cena Serge se encuentra mal y tiene que ir al baño a vomitar.  Al final nos vamos al hotel para poder decir que termina el día del erizo.








Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Lamu

De camino a Nakuru